lunes, 27 de agosto de 2007

8. La Gran Madre


Kali

Ken Wilber
Después del Edén

[P. 190] "¿Cuál era la forma de apaciguar a la Gran Madre, de auspiciar su aspecto protector y eludir, al mismo tiempo, su airada venganza? Precisamente darle lo que pedía: ¡sangre! Y para ello, el ser humano inventó una forma muy precisa de hacerlo, ¡el ritual! Así pues, el primer gran ritual fue un sacrificio de sangre ofrecido a la Diosa Madre -a la Madre Naturaleza- en un intento de aplacar su deseo de sangre, sangre que, por diversas razones, se equiparaba (no del todo incorrectamente) con la vida misma."



Hathor, Tumba de Nefertiti, Egipto

[P. 193] "...el sacrificio ritual era una técnica para apaciguar y expiar la culpa de muerte (en forma de la Madre Devoradora) y asegurar, de ese modo, el futuro de la sensación de identidad separada y, más allá de eso, fomentar todo lo posible el poder del self separado (bajo los auspicios de la Gran Protectora). El ritual, en suma, constituye una ingeniosa combinación de las dos vertientes del proyecto Atman, librarse de la muerte y hacer que el oficiante pareciera controlar los elementos de la naturaleza, la lluvia, la fertilidad y la vida; [...]



Ishtar, Museo del Louvre

Estamos, pues, afirmando, que esta institución cumple simultáneamente con dos funciones: expresar, por una parte, el deseo de vida absoluta y, por la otra, el deseo de expiar la culpa del self separado. Como ha demostrado Becker, el ritual presenta dos facetas: heroísmo y arrepentimiento o, dicho de otro modo, la experiencia del prestigio y del poder [Eros] -que hace del hombre un héroe-, y la experiencia de la expiación [o muerte/Thanatos] que le libera de la culpa de ser humano [de ser, en suma, una sensación de identidad separada]."


La Gran Madre de Catal Huyuk, Anatolia

[P. 195] "La Gran Madre exige la disolución del self. Pero el self puede disolverse en dos direcciones radicalmente diferentes, puede disolverse en dirección a la trascendencia -avanzando hacia la supraconciencia- o disolverse en la regresión -retornando nuevamente hacia lo subconsciente y abocando en la disgregación de la personalidad-. [...] ...Madre Tierra que obliga a la mente a regresar al cuerpo, a la naturaleza, a los instintos y a la sumisión involuntaria al tifón y al uroboros, a regresar, en fin, a ese estado primordial difuso en el que el self y el entorno todavía no han llegado a diferenciarse."


Vírgen de Vladimir

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