
¡Qué hermoso! Cuando tres espectadores se acercaron a la cabina de Ítaca primero, luego de Liberarte, para preguntarnos quién era aquella chica que abría con su voz caminos para nuestro viaje.
Cuántas veces pensamos... ojalá resulte tan genuino, lo que vamos a ofrecer, como estos aullidos desesperados, como estas notas extraídas de la más negra melancolía.
Qué menos que acompañar a Evangelista el día en que visita nuestra ciudad.
¡Anímense!
Cuántas veces pensamos... ojalá resulte tan genuino, lo que vamos a ofrecer, como estos aullidos desesperados, como estas notas extraídas de la más negra melancolía.
Qué menos que acompañar a Evangelista el día en que visita nuestra ciudad.
¡Anímense!